viernes, 28 de noviembre de 2014

Hipótesis liocampista


zerozero.pt

A un partidazo de abrochar el primer tercio de la competición doméstica, es indefectible hacer un escueto balance del plantel. Entre las numerosas aristas a examinar, hay una que descuella del resto; el mediocampo. Y es ahí donde aficionados, periodistas y hasta dirigentes del club se ensartan por el camino con discursos sintonizados, desembocando en una ulterior duda sobre la parva participación de hombres como Filipe Augusto y Bruno Zuculini. Los cuales, tras el martilleo del técnico, se están convirtiendo en excedente precisamente en zona apurada. Paradójico. O no.

En mi incorregible manía por indagar en busca de respuestas lo más congruentes posibles, uno ha repasado superficialmente la trayectoria de Nuno en Rio Ave, amén de consultar a consumidores de la Primeira Liga. El resultado es que, durante su periplo bienal, el míster luso optó indistintamente por las disposiciones 4-3-3 y 4-4-2 (esta última con múltiples variantes en sus cuatro piezas ofensivas), con predominio del 4-3-3 en su primer año y del 4-4-2 en su segundo y último, pudiendo determinarse eso sí, por citas importantes y mejor empaque logrado, que su dibujo predilecto acabó siendo el 4-4-2. En este, el centro del campo se compuso de un doble pivote con jugadores de corte análogo (presión, intensidad y jugando en línea), con patrón de juego interiorizado (aguante, robo y apertura rápida a bandas para iniciar contragolpe), aunque sus capacidades individuales terminaran por diferenciarlos sobre el verde. Pero tácticamente, mediocentros mixtos no posicionales.

En sus primeras ruedas de prensa, así como en una entrevista a los pocos días de su llegada, Nuno no tuvo reparos en desvelar su idea primaria de un centro del campo provisto de dos efectivos, un eje simbionte capaz de cumplir en tareas defensivas, ofensivas y de creación. “Dos ochos”, deslizaba. Si bien, nunca cerrándose a flexibilizaciones futuras acordes a las condiciones de los jugadores en nómina que estaba reconociendo. En esa tesitura, mano a mano con el mánager general deportivo -Rufete- habrían convenido la búsqueda de dos refuerzos dotados de ese rasgo (ya que insistió que quería 5 centrocampistas y contaba con Fuego, Parejo y André) entre la cartera de futuribles que manejaba la secretaría técnica. Ahí entraría de lleno el objetivo número uno, Enzo Pérez -que ya copaba la agenda desde hacía un tiempo-, y una serie de centrocampistas entre los que se colaron el argentino Zuculini, del gusto de la dirección deportiva y espiado meses atrás, y el brasileño Filipe Augusto, un desconocido cuyo valedor principal era el propio técnico.


Edward Zurga Livepic 
Cerrada la cesión del citizen, tras el frustrado fichaje de Enzo y agotando hasta el último minuto del mercado estival, llegó la tercerísima opción Filipe -aunque no por ello inopinada-, completando el requerido quinteto mediocampista con dos jugadores del perfil táctico que Nuno tuvo a sus órdenes en su etapa vilacondense. Algo que los mismos protagonistas se encargaron de confirmar en sus respectivas presentaciones, en quienes cohabitan un 6 y un 8.

Y llegó el momento en el que el entrenador, una vez radiografiado su grupo, se decantaba por un esquema bien conocido por él como el 4-3-3, seleccionando a tres componentes de rol definido -y distinto de los arriba mencionados- para la medular (pivote posicional defensivo, organizador y centrocampista ofensivo), haciendo del manido Fuego-Parejo-André su trivote de cabecera, peana innegociable, hasta el momento el más equilibrado y mejor intérprete de la partitura nunista. La ventana que se abrió con la importuna lesión del capitán, cerrada a canto por Nuno, dio una palada más al ostracismo de Filipe Augusto y Zuculini, dos imberbes a los que se les veda el código promocional por incomparecencia competitiva y, quizá, por precepto incompatible. Al final ni para un rato, ni para un roto.

En resumen, podría hablarse que en la ruta exploradora del renovado proyecto se toparon fantasías conceptuales con realidades aplastantes, que preconizaron el viraje sobre la marcha, aunque el liocampista hubiera pasado ya por el peaje confeccionador.

Así concluye este ladrillo-churro, que no deja de ser una simple hipótesis sin pretensión alguna, que ha acabado por hacerme la picha un lío. Ahora que lo pienso, no debería haber profundizado tanto, desechando la vía simplista recogida en 140 caracteres, un tuit, que es más trendy: “A Filipe Augusto, parche de Enzo, de momento le queda grande el traje, y Bruno Zuculini no juega por deméritos entresemanales en Paterna”. Manías que tiene uno...

martes, 25 de noviembre de 2014

#LodeHoy Derbilitados


El domingo nos tocó la carita un rival minimosca y de angostos mimbres, aguantando en su ángulo del cuadrilátero, con la suerte de cara y un gancho inesperado que abortó la reacción de los de Nuno. Derbi facticio en lo institucional, polémico en lo arbitral y regulero en lo futbolístico.

El Valencia deshincha su faceta resultadista poco a poco, y lo que es peor, la efectividad está siendo el termómetro de este equipo en formación. En realidad no se está viendo un cambio actitudinal y de juego tan llamativo, solo que ahora no materializas las que tienes y entran las del contrario. Roles permutados que invitan a ahondar en un análisis menos formulista que de costumbre. Gustó que el porfiado técnico luso se aventurase a introducir variantes en el once para intentar enderezar el mástil mediocampista -probatura Gil como temporero creador en el interior derecho- y cortejar a un André que se desapega a pasos agigantados de su equivocada encomienda reguladora. Lo poco salvable fue ver a un delantero de la talla de Negredo, que si bien está ultimando su pretemporada particular -como quedó claro a la vista de todos-, abocardó el muestrario atacante. Y a un reivindicador De Paul, que en dos fogonazos nos dilató las pupilas cual mescalinada bakalaera, evocándonos ese posible espejismo que no queremos que acabe en amor de verano.

Como apunte final, cuando no sale de cara, algunos ponen en el disparadero a los blancos facilones, aunque estos no hayan sido partícipes directos de la debacle del grupo, pasando de soslayo a aquellos que sí lo son. Lo denomino "inercia repulsiva", y me alegra comprobar que se les toma la matrícula con respuestas reprensivas. Trampantojos los justos a estas alturas, oiga. Quizá el facilón, en realidad, sea usted y su lábil y oportunista conclusión.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Tengo unas preguntas para usted



Yendo por delante que suscribe un aficionado que asume y acepta totalmente la elección del que se convertirá en el nuevo máximo accionista del Valencia CF, a uno le rondan dudas conforme se desvelan cosas antes de la firma definitiva:

La noche del 28 de enero, Aurelio Martínez espetó en una de esas ruedas de prensa sin preguntas: “Luego se hará una Junta General Extraordinaria para informar de todos los detalles a los valencianistas”, palabras que tomaron cuerpo el 24 de febrero, día en el que la Fundación VCF emitió un comunicado a través de su web oficial anunciando el acuerdo firmado por las cuatro partes involucradas que fijaba las bases definitivas del proceso de venta, el cual rezaba en una de sus fases: “3. Fase de elección de la mejor oferta: una vez elegido por el Patronato de la Fundació VCF el mejor proyecto deportivo, social y económico para todas las partes y previa solicitud de autorización al Protectorado de Fundaciones para la venta, se comunicará y detallará en Junta General de Accionistas del Valencia Club de Fútbol, S.A.D.”, ratificado esto en dicho comunicado en el punto 10 de las Características del Proceso: “Posteriormente, se presentará a la Junta General de Accionistas del Valencia CF, S.A.D. y se presentará para su aprobación ante el Protectorado de la Consellería de Justicia”.
Anteayer, en la rueda de prensa a la finalización del último consejo de la Fundación, Aurelio terminó de aclarar, porque el río ya bajaba caudaloso, que en la Junta del próximo lunes 1 de diciembre no expondrá ningún detalle del contrato de compraventa de las acciones entre la Fundación VCF y Meriton Holdings, por expresa petición de esta última, amén que se producirá la firma por la mañana y a partir de ese momento los ejecutores de la venta del club cesarán en sus cargos.
1. ¿Por qué anunció públicamente, dejándolo por escrito, que se iba a explicar en Junta a sabiendas de existir la posibilidad que no se cumpliera?

Aurelio, abanderado de la transparencia y responsabilidad con el aficionado valencianista, a las puertas de lo que será un hecho histórico en un club que trasciende la frontera de una mera SAD, teniendo la opción -puesto que aún no se ha firmado- de hacer entender a Meriton de la importancia y necesidad de informar al valencianismo de la transacción,
2. ¿Lo intentaría, como único órgano garante que nos queda, hasta el final, o pisoteamos esa bandera claudicando una vez más por ser, dicho en corrillo a periodistas, la única opción real, dejando entreabierta la ventana oscurantista?

Asimismo, en referida comparecencia Aurelio afirmó, referente a los términos acordados de refinanciación de la deuda que afectan al VCF: “No tengo ni idea, pero ni idea, nunca lo han cedido (el acuerdo Meriton-Bankia), como es normal en los contratos bilaterales en los que se pide una cierta confidencialidad. Es sorprendente, pero es curioso, porque suele ser así, ¿Qué curioso, verdad?”
3. Aurelio dijo que no dimitía de la Fundación y se quedaba para velar por el cumplimiento de los archiconocidos criterios de valoración. Si sabía, como persona versada, reputada y experimentada en esta materia, que no iba a tener poder de decisión en la negociación que afectaba directamente a los intereses futuros y compromisos adquiridos del VCF, ¿Dónde queda ese compromiso moral de la máxima accionista?

miércoles, 12 de noviembre de 2014

#LodeHoy Y Zuculini... ¿Por qué nord?


Las gradas de un estadio de fútbol se toman como nuestro balcón de casa, ese propicio rincón donde expresar lo que nos venga en gana, siempre que no se vulneren las leyes que nos rigen. Aquello del cliente y las razones.

El pasado domingo la Curva Nord desplegó en Mestalla un minimural -hace 18 días otro de mero apoyo incondicional- que rezaba "Y João... ¿Por qué no?", un lema con acentuado mensaje vindicatorio, una daga directa al corazón de la parcela deportiva del VCF. La grada de animación por excelencia, sabedora de su peso e importancia -no solo por el tono vertido por sus representantes en cada una de sus intervenciones públicas, sino por la profusión mediática por parte de prensa, club y jugadores-, utilizó su privilegiada posición para acaparar los focos y convertir en noticia general su incertidumbre particular. Caprichos de niño rico, del que se siente en un orden superior a la hora de forzar respuestas clasificadas.

Yo, primero de la lista en querer dilucidar el cãso Pereira -aunque hoy mi única inquietud reside en la que creo génesis del misterio-, me pregunto si estas reivindicaciones en formato pancarta apaisada extra -no comparable a la típica cartela de ese niño inquieto- siguen algún patrón común y objetivo o solo el arbitrio de aquellos considerados 'Uno di noi'. Sin violar precepto alguno de su decálogo fundacional y estando en su completo derecho, entran en una dinámica embarazosa, cruzando la delgada línea entre la duda razonable de aficionado y el comprometedor mecanismo de presión, bajo mi criterio, innecesario. Sin censurar su acción, libre y legal, ¿Cuál es la finalidad última? ¿Por qué no se hizo/hace en otros casos de semejante índole?

lunes, 10 de noviembre de 2014

#LodeHoy Pautas negativas


A las 9 de anoche, tras el mal sabor de boca del empate,  habíamos perdido 2 puntos. A las 11, tras la inesperada derrota de un rival directo, habíamos ganado uno. Veleidades del fútbol.

El poso del duelo fue dejar escapar una oportunidad cojonuda, tropezar con la misma piedra y detectar una sintomatología de aspectos que no carburan. Nuno, falto de autocrítica pública y esgrimiendo un discurso justificador inaudito hasta la fecha, se equivocó, contumaz como él solo, en el planteamiento, no sabiendo rectificar déficits visibles (fluidez juego y conexión mediocampo-ataque) en la alineación inicial y cambios posteriores. La baja de Parejo está siendo clave, no solo por su ausencia unipersonal, sino al conllevar un cambio de esquema que está desmoronando el forjado nunista y, como apuntamos aquí, desnudando un problema creciente de generación de ocasiones, camuflado todo por unos guarismos más que notables. Los cuales han sido alabados merecidamente, lo que no debe nublar una lectura objetiva de las taras que hacen humano e imperfecto al equipo y cuerpo técnico.

Por último, el míster luso cometió, a mi juicio, una iniquidad; quitar del maltrecho césped a los menos desacertados para dejar al intocable Rodrigo, hecho cuestionable que puede tambalear la meritocracia reguladora del vestuario. Otra pauta a subsanar en el cuaderno de deberes del parón liguero.